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Jaya Shreedhar: La salud es la razón más convincente para tomar medidas climáticas

Al adoptar una perspectiva sanitaria en la política climática, los gobiernos pueden crear estrategias más integrales y efectivas que no solo mitiguen los impactos del cambio climático, sino que también beneficien a la salud pública y al bienestar de las personas.

Publicado: 2024-05-31

Uno de los logros destacados de la COP28 de cambio climático, llevada a cabo a finales de 2023 en Dubái, fue la instauración del Día de la Salud. Se desarrollaron numerosos eventos en los que se debatió acerca de los efectos directos del calentamiento global antropogénico en la salud y en los sistemas de atención médica.

Durante los últimos años, desde el ámbito sanitario se han instado a las Partes a comprometerse con una eliminación acelerada, justa y equitativa de los combustibles fósiles como la medida fundamental para evitar el aumento de la temperatura global. A pesar de que la conferencia concluyó con un Balance global que insta a distanciarse de los combustibles fósiles, se considera que esto no es suficiente.

[Actualización: En mayo de este año, durante la 77ª Asamblea Mundial de la Salud, se aprobó una resolución que aborda la intersección crítica entre el cambio climático y la salud, y advierte sobre sus profundos impactos en la salud pública y la urgencia de implementar estrategias integrales para mitigar dichos efectos. Sin embargo, un aspecto significativo omitido en la resolución es cualquier referencia o reconocimiento de que los combustibles fósiles son el principal motor de la crisis climática].

Conversé con Jaya Shreedhar (India), doctora, Senior Health Media Advisor de Internews, con interés en el periodismo de salud pública centrado en los derechos humanos y la gobernanza sanitaria, y consultora de la Organización Mundial de la Salud.

En la COP28 se acordó abandonar los combustibles fósiles y avanzar en materia de energía renovable y eficiencia energética para 2030, ¿es eso suficiente desde una perspectiva sanitaria?

El documento final del Balance Global [GST, por sus siglas en inglés] dice que los combustibles fósiles deben ser reemplazados por energía limpia. Habla de alcanzar el cero neto global para 2050 triplicando la capacidad de energía renovable a nivel mundial y duplicando la tasa anual promedio mundial de mejoras de eficiencia energética para 2030. Es una decisión histórica, y se produjo en una COP organizada por un país que es uno de los principales productores mundiales de combustibles fósiles.

Sin embargo, el documento está estropeado por muchas lagunas en beneficio de la industria de los combustibles fósiles. Hay numerosas vías de escape, basándose en tecnologías no probadas e inseguras. Entonces, ¿dónde están las llamadas estrategias "respaldadas por la ciencia"? Si bien existe la necesidad urgente de tomar medidas rápidas en esta década, el texto final hace concesiones reales para el gas y el petróleo.

Además, el texto es débil en los aspectos financieros. No integra las grandes decisiones con agendas como la "responsabilidad común pero diferenciada" [CBDR, por sus siglas en inglés, principio dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que reconoce las capacidades y responsabilidades individuales de los países para abordar el cambio climático] y la equidad. Sólo se espera que las cuestiones de financiación se aborden en la COP29 [que se llevará a cabo este año en Baku, Azerbaiyan].

Hay quienes insisten en la captura y el almacenamiento de carbono, pero no es la solución: perpetúa la contaminación atmosférica relacionada con los combustibles fósiles que cuesta vidas. Se esperaba mucho más en cuanto a transición energética, ¿cuáles son los pendientes que deja la COP28?

Los esfuerzos para promover soluciones tecnológicas como la nuclear, la captura y el almacenamiento de carbono, así como la producción de hidrógeno bajo en carbono, han sido calificados por varios países, científicos y expertos en clima como "falsas soluciones" y una "fachada" para unos pocos países dispuestos a continuar con la quema de combustibles fósiles.

La eliminación de los principios de equidad y derechos humanos del texto final indica que las comunidades vulnerables de los países en desarrollo necesitan salvarse por sí mismas, y que los verdaderos culpables del clima no están acudiendo a su rescate.

Es crucial hacer hincapié en la necesidad de una rápida transición a fuentes de energía renovables, como la solar, la eólica y la hidroeléctrica. Invertir y ampliar la infraestructura de energía renovable puede ayudar a reducir la dependencia de los combustibles fósiles, mitigando la contaminación del aire y sus impactos asociados en la salud.

Por otro lado, la mejora de la eficiencia energética en todos los sectores, incluidos el transporte, los edificios y la industria, debe contribuir a reducir la demanda general de energía y las emisiones. Esto tendrá efectos positivos tanto en el cambio climático como en la calidad del aire. Asimismo, el cambio de vehículos con motor de combustión interna a vehículos eléctricos reducirá significativamente las emisiones del sector transporte, con lo que mejorará la calidad del aire y la salud pública.

Y también reforestación, salud pública…

Abordar la deforestación, promover prácticas sostenibles de uso de la tierra e invertir en esfuerzos de reforestación debe ayudar a secuestrar carbono y mejorar la salud ambiental en general.

Además, es crucial implementar políticas de salud pública que aborden los impactos del cambio climático y la contaminación del aire en la salud. Esto incluye medidas para proteger a las poblaciones vulnerables, mejorar los sistemas de salud y crear conciencia sobre las conexiones entre el clima y la salud.

Desarrollar e implementar estrategias para adaptarse a los impactos del cambio climático es esencial. Esto implica prepararse para eventos climáticos extremos, cambios en los patrones de enfermedades y otros desafíos relacionados con el clima para minimizar los riesgos para la salud.

¿Por qué la salud es la razón más convincente para tomar medidas climáticas?

La salud a menudo se considera una de las razones más convincentes para tomar medidas climáticas debido a la interconexión entre el medio ambiente y el bienestar humano. Varios factores contribuyen al fuerte vínculo entre el cambio climático y la salud. Por ejemplo, el calentamiento global está asociado con un aumento de la contaminación del aire, incluidos niveles más altos de ozono troposférico y partículas. La mala calidad del aire puede provocar enfermedades respiratorias como el asma y otros problemas cardiovasculares.

El cambio climático está provocando fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes y graves, como huracanes, olas de calor e inundaciones. Estos eventos pueden resultar en lesiones, desplazamientos e interrupciones de los servicios de atención médica. Los cambios en los patrones de temperatura y precipitación pueden afectar la distribución y el comportamiento de los vectores portadores de enfermedades, como los mosquitos y las garrapatas. Esta alteración puede conducir a la propagación de enfermedades como la malaria, el dengue y otras a nuevas regiones.

Además, los cambios en la temperatura y las precipitaciones pueden influir en la distribución geográfica y la estacionalidad de las enfermedades infecciosas. Las temperaturas más cálidas ampliarían los hábitats adecuados para los vectores de enfermedades, lo que permitiría que las enfermedades se propaguen a nuevas áreas. Las inundaciones contribuyen a la contaminación de las fuentes de agua, lo que provoca enfermedades como el cólera.

También debería preocuparnos la seguridad alimentaria…

De acuerdo, el cambio climático afecta la productividad agrícola, lo que dificulta la disponibilidad de alimentos y la nutrición. Los cambios en la temperatura, las precipitaciones y los fenómenos meteorológicos extremos provocan pérdidas de cosechas e interrupciones en la cadena de suministro de alimentos, lo que contribuye a la malnutrición y a las enfermedades transmitidas por los alimentos.

Otro tema que debemos considerar es la afectación de nuestra salud mental…

Los eventos inducidos por el cambio climático, como los desastres y el desplazamiento de comunidades tienen impactos psicológicos significativos. El aumento del estrés, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático pueden ser consecuencia de la pérdida de hogares, medios de subsistencia y sistemas de apoyo social.

Ciertos grupos, como los niños, los ancianos y las personas con condiciones de salud preexistentes, son más vulnerables a los impactos del cambio climático en la salud. Los factores sociales y económicos también exacerban estas vulnerabilidades.

Entonces, abordar el cambio climático a través de estrategias de mitigación y adaptación no solo ayuda a reducir el impacto de estos riesgos para la salud, sino que también contribuye al bienestar general de la sociedad. Al tomar medidas climáticas, podemos trabajar para crear un futuro más sostenible y resiliente que proteja la salud humana y la salud del planeta.

La acción climática que protege la salud implica un enfoque integral que aborde tanto las estrategias de mitigación como las de adaptación. ¿Cómo hacerla eficaz?

Efectivamente, la acción climática que protege la salud requiere un enfoque multidisciplinario y colaborativo que involucre a gobiernos, comunidades, empresas e individuos. Al integrar las consideraciones de salud en las políticas y prácticas climáticas, podemos crear un futuro más resiliente y sostenible para todos.

En mitigación, debemos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y esto pasa por transitar a fuentes de energía renovables para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles; implementar medidas de eficiencia energética en edificios, transporte e industrias, y promover prácticas sostenibles en la agricultura y la silvicultura para reducir las emisiones.

En cuanto a estrategias de adaptación, hay que desarrollar e implementar estrategias para mejorar la resiliencia del sistema de salud frente a los desafíos relacionados con el clima; capacitar a los profesionales del sector para responder a los riesgos sanitarios relacionados con el clima; establecer y fortalecer sistemas de alerta temprana para eventos climáticos extremos a fin de facilitar la evacuación y respuesta oportunas; involucrar a las comunidades en la planificación de la adaptación climática y crear conciencia sobre los riesgos para la salud asociados con el cambio climático.

La respuesta del sistema de salud a las crisis y tensiones causadas por el cambio climático requiere una preparación, un fortalecimiento y una financiación adecuados del sistema de salud. ¿Cuál es el estado de la situación a nivel mundial y en América Latina?

Los sistemas de salud de todo el mundo, incluidos los de América Latina, reconocen la necesidad de adaptarse y responder a las crecientes crisis y tensiones causadas por el cambio climático. Si bien las estrategias específicas pueden variar de una región a otra, se implementan varios enfoques comunes.

Por ejemplo, las instalaciones sanitarias deben estar diseñadas y acondicionadas para resistir los impactos de fenómenos meteorológicos extremos como huracanes, inundaciones y olas de calor. Esto incluye garantizar la integridad estructural de los edificios, asegurar las fuentes de energía y desarrollar planes de respuesta a emergencias.

Asimismo, la implementación de sistemas sólidos de alerta temprana ayuda a los sistemas de salud a prepararse y responder a los eventos relacionados con el clima. Esto incluye la predicción de fenómenos meteorológicos extremos, brotes de enfermedades y otros riesgos para la salud.

La mejora de los sistemas de vigilancia de enfermedades es crucial para hacer un seguimiento de los cambios en la distribución e incidencia de las enfermedades influidas por factores climáticos. Esto permite la detección temprana, la respuesta rápida y la asignación de recursos para prevenir la propagación de enfermedades sensibles al clima.

Hay gobiernos que están capacitando a los profesionales de la salud para que reconozcan y gestionen los impactos en la salud relacionados con el cambio climático...

Sí, esto incluye educar a los trabajadores del sector sobre los riesgos para la salud asociados con los patrones climáticos cambiantes y los fenómenos meteorológicos extremos.

Los gobiernos deben aplicar una perspectiva de salud para impulsar la política climática integrando consideraciones sanitarias en el desarrollo, implementación y evaluación de estrategias relacionadas con el clima. Deben fomentar la colaboración entre los departamentos de salud, las agencias ambientales y otros sectores relevantes. Los equipos interdisciplinarios pueden evaluar los impactos en la salud de las políticas climáticas y desarrollar estrategias que prioricen la salud pública.

Además, hay que invertir en investigación y recopilación de datos para comprender las vulnerabilidades sanitarias locales y regionales asociadas al cambio climático; esta información servirá de base para el desarrollo de políticas climáticas específicas y eficaces.



Escrito por

Alberto Ñiquen Guerra

Periodista especializado en cambio climático. Becario de Internews, Earth Journalism Network y LatinClima. Climate Reality Leader.


Publicado en

Tinku

Un punto de encuentro para contar historias locales conectadas con realidades globales.